Un blog para hablar de plantas. Y para irse por las ramas si fuese menester...

sábado, 28 de julio de 2012

Tiempo de Cotyledon, tiempo de Tylecodon

Ya llegamos a la mitad del verano y los Cotyledon y sus primos acrónimos Tylecodon sacan las galas. EL primero en florecer ha sido el Tylecodon buchholzianus. Hace días que llevo viendo unos capullos que salen de la proximidad de la base pero no ha sido hasta hoy que he visto por fin estas florecitas que recuerdan más a las de los Adromischus que a las de sus parientes los Cotyledones y no deja de sorprender que florezca después de dos meses de haber perdido las hojas. Me ha sorprendido esta actividad en un periodo que creía que era de absoluto reposo. Pues nada, otra cosa más que hemos aprendido...


Los Cotyledones ahí están, preparando capullos al unísono





Este Astrophytum capricorne senilis v aureum que traje de la ASAC también lucha contra sus propias espinas para florecer, a ver si lo consigue.


Para terminar, algunas propinillas:

Adromischus zeyherii, con las varas enmarañadas en las ramas de una Fockea edulis. Me hace gracia cómo ha quedado la foto. Lo que se ve es un grupo de plantas que a duras penas levantan 15 cm del suelo y, sin embargo, da una sensación de vergel muy aparente.



Gymnocalycium friedrichii injertado floreciendo por donde uno menos se lo espera (el tenedor de plástico es para que el pie de injerto no se doble bajo el peso desproporcionado del Gymno, que ha crecido una barbaridad).


Y una Pachyveria sp. que se ha quedado sin bautizar dando flores de 7 pétalos, ahí es nada.



domingo, 22 de julio de 2012

La importancia de la diferencia.

Con cuanta frecuencia ignoramos los pequeños detalles que, al final, son los que marcan la diferencia.

Hace algunas entradas hablaba de dos temas que me interesan particularmente: las condiciones de cultivo y las arañas rojas. Con respecto a lo primero, ayer salí a echar un vistazo al güerto (que, por cierto, tengo muy desatendido últimamente por causas totalmente ajenas a mi voluntad) y me quedé horrorizó ver inundada una de las bandejas que uso para evitar que el agua de riego se desparrame balcón abajo molestando así a mis vecinos, quienes no tienen porqué sufrir las húmedas consecuencias de mis aficiones jardineras. La inundación tenía su origen en el rebosado del recipiente que mis vecinos de arriba utilizan para recoger el agua de condensación de su aparato de aire acondicionado y que, prudentemente, me abstengo de protestar porque me viene muy bien que se vayan auto-regando por este sistema alguna de las balconeras que contienen plantas que necesitan más agua. El caso es en la tal bandeja estaba, entre otras, una de las dos Leuchtenbergia principis pequeña que compré hace dos o tres inviernos. Como todo el mundo sabe, las Leuchtenbergias tienen raíz napiforme y, por lo tanto, son bastante sensibles al exceso de humedad, así que decir que puse el grito en el cielo es poco. Pasado el cabreo inicial, me dio por observar el tamaño notable que había alcanzado la plantita y, pos curiosidad, la puse al lado del otro ejemplar que traje y que, originariamente, era exáctamente del mismo tamaño. Pues esta es la diferencia entre riegos regulares con agua lluvia-like y riegos más que espaciados:


Sobran los comentarios, ¿no?.

La segunda diferencia tiene que ver con dos virtudes humanas. Si la Paciencia es la madre de la Ciencia, la Constancia amadrina al Éxito. Cuando hablé en su momento de la araña roja comenté que había comenzado un tratamiento ecológico a base de azufre contra los ácaros tetraníquidos. Al principio le eché mucho entusiasmo y lo aplicaba puntualmente una vez por semana, lo que llevó a unos resultados que parecían fráncamente prometedores. De hecho, este es el nuevo crecimiento de la Lobivia famatimensis, que estaba casi casi a punto de cruzar el río Aqueronte.


Pero como últimamente llevo una vida un tanto ajetreada, la fumigación semanal se ha ido relajando y... ésta es la consecuencia:


Cuando lo he visto casi me da un patatús. Por suerte, la epidermis de las suculentas es bastante más gruesa que la de las hojas de las herbáceas y, a pesar de que la infestación está bastante avanzada, no parece irreversible. Se conservan bastantes zonas intactas y el crecimiento nuevo no parece afectado. Aprendida la lección, no me ha quedado otra que preparar de nuevo solución de azufre y aplicarlo generosamente a las afectadas. Y esta vez, ¡tendré que procurar mantener el ritmo!.

sábado, 7 de julio de 2012

7 de Julio ¡San Fermín!

Pues sí, hoy es San Fermín. Estarán los pamplonicas como locos con su mundialmente famosa Fiesta. En este rincón del mundo, en cambio, hoy vivimos una jornada bastante más plácida y menos agitada dedicada al trasplante, despulgonado y descochinado. Lo que toca trasplantar son algunas de las adquisiciones del último mes, especialmente las procedentes de la exposición de la ASAC de la semana pasada:

Mammillaria humboldtii




Astrophytum caput-medusae


Pelecyphora pseudopectinata v inermis


Astrophytum capricorne v senilis



 Astrophytum asterias cv kikko


Pelecyphora asseliformis


Euphorbia bupleurifolia


Eriosyce esmeraldana


Entre las pendientes de "despiojado" están las varas de los Adromischus, que deben estar riquísimas para los pulgones porque todos los años se llenan de bicheros apenas asoman por entre las hojas.

Adromischus zeyherii


Adromischus maculatus


Y simplemente para admirar, la vara de la Echeveria bombycina, los pimpolluelos de la Weingartia sp. (que no he llegado a ver abiertos, aunque espero conseguir fotografiar los que ahora están en preparación) y la vara terminal de la roseta de Sempervivum arachnoideum más vieja que tenía en la bandeja. La roseta ha llegado al fin de su ciclo vital pero deja una abundantísma prole tras de sí. Lo que no haré esta vez es cortar el tronco una vez que pase la floración porque he visto en otro semper que floreció el año pasado que han salido pequeños retoños en un trozo de tronco que daba por muerto.




lunes, 2 de julio de 2012

XVII Expo ASAC

¡Por fín!. Despues de año y pico tras la anterior edición y superadas las dificultades burocráticas, la Associació d'Amics dels Cactus i Altres Suculentes celebró este fín de semana su esperadísima exposición. Las pegas e inconvenientes adimistrativos han jugado una mala pasada a organizadores y viveristas ya que hasta el último momento no fué posible confirmar fechas pero, a pesar de todos los pesares, no han defraudado ni los unos ni los otros. Mi más sincera enhorabuena a la organización y un "¡chapó!" a los viveristas, que trajeron verdaderas exquisiteces en excelente estado y a unos precios más que ajustados, cosa que el bolsillo ha agradecido, sinceramente.
El tema central de la exposición fueron las aberraciones naturales: crestados, montruosidades y variegados, de los cuales encontramos una biena representación tanto en la exposición de ejemplares de los socios como en la exposición comercial. Para muestra, unos cuantos botoncillos:






Todas las colecciones presentadas este año eran fantásticas y se veía claramente el nexo de unión de los ejemplares. Habá conjuntos de chilenos, de Mammis, de Thelos, Gymnos...La que más me llamó la atención fue la de caudiciformes:








De entre las suculentas que se presentaron. tal vez la más impresionante fué este precioso Trichocaulon cactiformis:


eso sí, tenía una competencia muy dura en estas haworthias o en la Euphorbia inermis que estaban justo al lado:






Difícil destacar un ejemplar claramente sobresaliente de entre los cactus. A pesar de que prácticamente ninguno estaba en flor todos presentaban un aspecto sensacional. Sería una injusticia resaltar uno sobre los demás pero como no los puedo poner todos, aquí van unos cuantos ejemplos:














Si con esto no he conseguido poneros los dientes largos y despertar en vosotros las ganas de visitar la exposición el año que viene ya no sé qué más me voy a tener qué inventar. Yo, personalmente me lo pasé en grande, saludé a un montón de amigos y amigas que felizmente coincidimos allí y me quedé con ganas de estar todo el día. Esta vez no pudo ser; a ver si el año próximo lo consigo. Lo que sí me gustaría es animar a la organización a repetir emplazamiento: el Umbracle es un sitio agradabilísimo y, como tiene bancos y es fresquito, favorece la tertulia y que la gente pase más rato en el interior viendo todas estas pequeñas joyas.

Lo dicho, ¡hasta el año que viene!.