Un blog para hablar de plantas. Y para irse por las ramas si fuese menester...

jueves, 31 de mayo de 2012

Calentando motores para la ACAO

Se presenta un fin de semana movidito: carreras en Montmeló (igual a autopistas imposibles de tráfico) y XX exposición de la Asociación Catalana de Amigos de las Orquídeas (ACAO). Parece que la Psychopsis se haya enterado y haya querido celebrarlo ofreciendo de nuevo esta preciosa flor

Psychopsis papillio


miércoles, 30 de mayo de 2012

Y llegó la hora de las chilenas

Las chilenas, por fín, han comenzado a enseñar de qué son capaces. Lástima que aún no haya conseguido pillarlas abiertas del todo.

Eriosyce occulta
Una de las plantas de las que más orgullosa me siento. Llegó de Ortega con un tamaño ya respetable hace algo más de un par de años y no sólo se ha adaptado divinamente sino que ha crecido un montón. Aunque no se aprecia tiene dos capullos ya muy avanzados y otros dos en formación. Todo un éxito.



Esta está aún por identificar. A ver si consigo sentarme con calma un día; mientras tanto ahí está, dándolo todo con 3 flores abiertas y una más a puntito...



Otras que no son chilenas pero tampoco desmerecen.


Mammillaria bocasana v. multilanata.

Tiene una historia peculiar. Hace dos inviernos me fuí en plan aventurero a Leroy Merlín a buscar plástico de invernadero. No conseguí el plástico pero en una bandejilla me encontré esta bolilla peluda. En aquel momento era más pequeña, tenía las lanas apelmazadas y no se distinguían las espinas, así que me la llevé por eso del espíritu científico (léasé, "a ver qué es"). Esta primavera ha florecido por primera vez.



Sedum suaveolens.

El Sedum con vocación de Echeveria. Es de los que ofrecen una floración más bonita para mi gusto y más agradecida: no necesita tanto sol como otros miembros del género para llenarse de flores desde primavera hasta otoño.



Astroloba sp (posiblemente foliolosa).

Una planta que rarísimamente se ve a la venta fuera de viveros especializados y que encontré de casualidad en un centro de jardinería convencional cerca de casa. En foto es relativamente sencillo confundirla con algunos tipos de Haworthia pero en vivo se distingue perfectamente: sus hojas son mucho más rígidas y presentan borde tuberculado y extremo puntiagudo (que pega unos  picotazos dignos del Agave más malvado). Por si quedase alguna duda, la floración es claramente distinta de la de las Haworthias, que tienen flores con pétalos mucho más largos y rizados. No son nada exigentes en lo que respecta a riego (siempre que no nos pasemos con el agua y esté bien drenada)  y la luz.




Gymnocalycium bruchii

Víctima de la araña roja y, actualmente en tratamiento. Al ampliar la foto veo que voy a tener que darle una pasadita de antifúngico porque tiene unas manchas naranjas que no me gustan nada, nada. De paso, le  separaré alguno de los hijuelos que parecen sanos, por si las moscas.



Lophophora sp.

Tampoco he conseguido sentarme a decidir si es jourdaniana o diffusa. Sea lo que sea, las Lophophoras me pillan por sorpresa todos los años. Parece que ahí están, viendo la vida pasar y. de repente, un día aparecen con una floreta en el cogote. Con ésta, en concreto, tenia pocas esperanzas. La trasplanté a finales de invierno y desde entonces ha estado un poco blanda para mi gusto y arrugada por la base. No me atrevía a regarla reo tampoco a dejarla pasar sed durante mucho más tiempo. Al final, parece que saldrá adelante.





domingo, 27 de mayo de 2012

¡Vamos de Echeverias!

Hoy se han abierto las flores de tres Eches que llevan con la vara puesta varias semanas:

Echeveria cv."Dyonisos"

Este híbrido de E. purpusorum pasa por ser, por méritos propios indiscutibles, una de las Echeverias más bonitas del mercado. Quienes se dedican a estos menesteres aseguran que la reproducción por esqueje foliar es difícil y tampoco es, precisamente, de las que más tendencia tenga a a macollar, así que hay que cuidarla con cariño para no perderla. Mi experiencia es que no necesita mucha agua y tampoco es demasiado amiga del sol excesivo; atendidas estas necesidades básicas sólo hay que mantenerse alerta por si las cochinillas, que parecen especialmente atraídas por ella, deciden pasar el verano anidando en las axilas de sus hojas. A nadi se le escapa que esta es una de las echeverias con las hojas más rígidas y apretadas por lo que es extremadamente difícil limpiar la zona próxima a la inserción al tronco. Es una de las que se suelen llevar una pastilla de anticochinilla a principios de temporada para evitar problemas mayores.



Echeveria prolifera

Me la regaló una gran amiga hace casi cuatro años. Le ha costado una barbaridad aclimatarse pero después del último trasplante parece que se ha sentido por fin a gusto y ha comenzado a hacer honor a su nombre tal y como me previno mi amiga en su momento. Es la primera vez que florece y, sinceramente, me la he tenido que mirar dos veces hasta darme cuenta de que realmente ESO era una florecilla.


Echeveria laui

Otra Eche del grupo de las destacadas por su belleza y delicada pruina. Pasa por ser una de las Echeverias complicadas de mantener. El secreto, según me contó mi gran amiga en su momento, es hacerla pasar sed:  es poco tolerante con los excesos de agua. El trasplante también tiene su intríngulis porque difícilmente recupera la pruina que le quitamos al tocarla.



Una de "Euphorbios"


Me encantan las Euphorbias del grupo de las obesas. He visto en coleccione sprivadas ejemplares realmente espectaculares y espero que alguna de las mías llegue a alcanzar un esplendor similar. Lo malo es que veo que se harán grandes para cuando las ranas críen pelo porque estas que muestro a continuación llevan en casa al menos 3 años y no han crecido, aparentemente, nada. Eso sí, florecen puntualmente todos los años. Ya he contado en alguna ocasión que el tema de las semillas no me llama nada la atención (soy una auténtica calamidad con los semilleros) pero es que, en este caso, aunque le echara empeño al asunto reproductivo, lo tengo crudo: todas las obesas que tengo son...obesos.

Euphorbia obesa



Presunta Euphorbia meloformis

Tiene un dibujo rayado en la piel que vuelve loco al más cuerdo.



Otra Schwantesia


Parece que se van animando y hoy ha aparecido florecida esta Schwantesia ruedebuschii. La flor aún no está madura, así que aún es pequeñita. Con los días alcanzará su tamaño final, que es un poco más del doble de lo que muestra ahora.



Y una flor que no lo parece.


Los Senecios son plantas curiosas. Una parte del género da unas inflorescencias preciosas en forma de pompón de vivos colores (rojo, amarillo, blanco...) y otra parte hace como este Senecio crassissimus...


viernes, 25 de mayo de 2012

Más flores.


Después de un intento fallido de autoidentificación he tenido que tirar del socorrido recurso de la pregunta para llegar a ponerle un nombre y, por unanimidad, los amigos de cactuseros.com lo han bautizado como Gymncalycium schroederianum. De todas las flores de Gymno que he tenido ocasión de ver hasta ahora, ésta es posiblemente la más delicada, con ese intenso tono rojo ladrillo en la garganta y los pétalos entre blancos y grisáceos. Ahora que ya tengo la especie, y con el libro de Charles en la mano, veo que, para ser precisos, es un ejemplar de S. schroederianum subsp. paucicostatum, que es la única subespecie de schroederianum de las reconocidas por este autor con 3 espinas/areola y con las flores de este color. ¡Otra cosa nueva que he aprendido!.

Gymnocalycium schroederianum subsp. paucicostatum 




Y una Azoiaceae. Las Azos son de esas familias que no te acabas nunca. Esta es una Schwantesia que compré hace 3 años un poco a lo loco y que ha resultado ser de cultivo muy sencillo. Es muy poco exigente, agradece la luz pero no el solarro directo (ésta recibe sol en las primeras horas de la mañana y luz intensa el resto del día), lleva un sustrato bastante pedregoso y no precisa demasiada agua: en la estación calurosa cuando veo que se arruga y nada más. Este género no es de los más extendidos en los catálogos de viveristas y tampoco se puede decir que se hayan vertido ríos de tinta sobre él. Aún así, encuentro que las Schwantesias son plantas preciosas, excelentes para los amantes de las miniaturas o para los que no disponen de mucho sitio y resultan mucho más sencillas de cultivar que algunos de sus parientes próximos (las Frithias, por ejemplo).

Schwantesia borchersii.



Y más recursos bibliográficos libres.


Ayer encontré otra revista de acceso libre: Cactus & Co; la edita una asociación de aficionados italiana homónima. Está, lógicamente, en italiano y no he sido capaz de descargarla (tampoco le he puesto mucho empeño) pero se puede consultar online (www.cactus-co.com en el apartado publicaciones-revista de la barra de navegación que aparece en la parte superior). Te la enseñan como si fuera una revista de papel, se pueden ir pasando hojas... El sitio web de la asociación está bien pero me ha gustado especialmente la lista de enlaces, la he encontrado particularmente útil. 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Curiosidades

Parece que lo haya hecho a propósito. Este año, en el que la exposición de la Associació d'Amics del Cactus y Altres Suculentes (ASAC) girará en torno a crestaciones y monstruosidades, me encuentro con una flor crestada en una planta por identificar. Aquí la dejo como curiosidad.



La Rebutia heliosa, le ha dado la bienvenida a este día tan soleado con este espectáculo de flores en perfecto estado de revista.


Hoy, además, se han unido a la fiesta otras dos.

Sulcorebutia arenacea


Mammillaria lenta.



martes, 22 de mayo de 2012

Cénit

La segunda acepción de la palabra Cénit, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es "Punto culminante o momento de apogeo de alguien o algo" y Cenital, lo "Perteneciente o relativo al cenit". Unas cuantas fotos cenitales sensu stricto llenas de color para alegrar estos días grises tan raros que nos están acompañando este final de Mayo.


Astrophytum myriostigma quadricostatum.


Los de 5 costillas no han florecido aún. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, voy a citar un trozo de un artículo de E. Roberts publicado en 2010 en Cactus and Succulent Journal vol 82 nº1 pag 32-40 en el que menciona algunas diferencias prácticas entre dos especies que son fráncamente difíciles de distinguir: A. myriostigma y A. coahuilense. Según este autor, A. miriostigma puede presentar un número variable de costillas, sus flores son enteramente amarillas y, si fructifica, los frutos se abren por un lado. A. coahuilense, por su parte, presenta flores con el centro anaranjado o rojizo, suelen ser bastante estables y raramente presentan un número de costillas diferente de 5 y sus frutos se abren por la parte inferior.


Rebutia heliosa.

En sus propias raices.




Mammillaria carmenae. 

Dos variedades diferentes.






Mammillaria zeilmanniana.




Rebutia spegazzini.




Oscularia deltoides.

Sus flores despiden un delicado aroma que recuerda al del anís.




Más sobre fitosanitarios.


Como se me había terminado el imidacloprid en pastilla me he acercado a un centro de jardinería a buscar más. Tengo muy buena experiencia con este producto y lo uso con las plantas que son más propensas a llenarse de cochinillas y de mosquito verde. Desafortunadamente no lo tenían, lo que ha significado dedicarle un buen rato a revisar todos los insecticidas que había en la estantería para encontrar algo que pudiera funcionar igual de bien. Ya sé que una buena alternativa es el dimetoato pero, personalmente, es un producto que prefiero evitar: si no se usa muy bien acaba induciendo resistencias y huele a demonios. La búsqueda, finalmente creo que ha dado sus frutos. Parece ser que ha salido al mercado un insecticida cuyo principio activo es el tiametoxam, que tiene un mecanismo de acción similar al imidacloprid aunque al parecer no hay resistencia cruzada entre ambos. 


El imidacloprid es un producto que funciona estupendamente pero no siempre es fácil encontrarlo; creo recordar que me habían dicho que incluso pretendían retirarlo del mercado. No es el insecticida más ecológico del mundo pero no lo uso en suelo abierto, no desecho los restos más que en un punto verde con recogida selectiva para fitosanitarios y no hay poblaciones de abejas cerca de mi casa (y si se intoxican los mosquitos tigre, tampoco voy a protestar, la verdad). 


Me he estado leyendo la ficha técnica del tiametoxam y en principio la cosa pinta bien, lo único que me preocupa es que según la ficha que  aparece en el vademécum de Terralia  ( http://www.terralia.com/vademecum_de_productos_fitosanitarios_y_nutricionales/index.php ) se inactiva con relativa rapidez a pH alcalino (el agua de riego de esta zona es bastante alto). En fín, lo probaré y ya iré contando qué tal funciona.

viernes, 18 de mayo de 2012

Recursos bibliográficos de acceso libre y gratuito.

Con la que nos está cayendo, sin desmerecer en absoluto el esfuerzo editorial de las publicaciones de pago en general, y las de las asociaciones españolas dedicadas a los cactus y las suculentas en particular, es de agradecer que se hayan puesto en marcha algunas iniciativas divulgativas en forma de publicación periódica de acceso gratuito para los aficionados. Además de la ya mencionada revista Schütziana. Gymnocalycium online journal (http://www.schuetziana.org/), imprescindible para los entusiastas de los Gymnos, desde mediados de 2011, más o menos, existe una publicación trimestral muy interesante que, además de hacerse eco de los últimos descubrimientos en el mundillo de las suculentas cactáceas y no cactáceas, hace un repaso a las novedades bibliográficas. Algunos ya la conocereis seguramente; se trata de The Cactus Explorer y está disponible en http://www.cactusexplorers.org.uk/ . Ya sé que siempre acabo mencionando publicaciones escritas en la lengua de Shakespeare pero, qué le voy a hacer, la inmensa mayoría de la literatura relacionada con lo que en mis tiempos mozos se llamaban Ciencias está en inglés. Así que ¡hala, todos a marcarse unos readings cactuseros!.

Re-edito la entrada, para que no se diga.


He estado ojeando el último número de The Cactus Explorer y anuncian la aparición hace escasamente un mes de otra revista gratuita trimestral que únicamente se publica en formato .pdf, esta vez en francés. Se trata de Succulentopi@ y se puede descargar desde www.cactuspro.com/succulentopia/.

Espaidermait!!!

Spider mite o red spider mite es el nombre que dan los anglosajones a una de las plagas que a mí, personalmente, más miedo me dan: las arañas rojas. En castellano el nombre araña roja es confuso porque hace que lo primero que nos venga a la cabeza sea la imagen de las arañuelas rojas, esas diminutas arañas de color rojo vivo que vemos a menudo correteando por los muros sin necesidad de ayudarnos de ningún artilugio de amplificación de imagen y que, aracnofobias aparte, son inofensivas (imagen de buggiguide.net).



No. A lo que me refiero es a sus primos del género Tetranychus, los ácaros casi microscópicos que reciben el mismo nombre y que sólo son visibles con ayuda de una lupa, ya que el tamaño que alcanzan los adultos apenas llega al medio milímetro. Os pongo una foto de una de las especies de Tetranyhus, tomada de http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/03/ciencia/1265202886.html. Si alguien tiene interés en conocer otros miembros del género, os recomiendo esta página de la Sociedad Española de Entomología Aplicada http://www.seea.es/divulgac/claves/Tetranychus/Tetranychus.htm
Géneros de ácaros que afecten a especies vegetales hay muchísimos pero sólo me voy a centrar en los tetraníquidos.



Así como los vemos, pequeñitos y rechonchos, son una verdadera pesadilla, la auténtica Muerte Roja,  en homenaje a Edgar Allan Poe. ¿Cómo los reconocemos en plantas ornamentales de hojas?. Fácil, las plantas empiezan a presentar en el anverso de las hojas un diminuto punteado amarillo que se hace más denso con el transcurso de los días a la vez que se va notando un decaimiento generalizado de la planta. Si nos da por mirar el reverso de las hojas, observamos ese mismo punteado pero un poco más intenso y, si nos fijamos mucho, en medio de los puntos amarillentos se ven otros puntos más oscuros y un poco más grandes. Si perdemos un poco de tiempo mirando los puntos oscuros, acabaremos viendo cómo se mueven muy despacio. Si la plaga no se trata, veremos como aparece un entramado de sedas muy pequeñas y desorganizadas, al principio en el reverso de las hojas y posteriormente, por los peciolos y los tallos hasta cubrir por completo la planta. En el libro "Plagas y Enfermedades de Jardines" de Sonia Villalva (Ed. Mundiprensa) viene un capítulo no muy extenso pero bastante completo al respecto que, además resulta muy comprensible para aficionados que no tenemos ni idea de entomología ni de ingeniería agrícola. El daño que producen deriva de las minúsculas picaduras que hacen en las plantas para alimentarse de la savia. Por un lado, al restarle savia a la planta la debilitan; por otro lado, las cicatrices que quedan como consecuencia de la picadura hacen que se reduzca la superficie sana con clorofila para que la planta pueda seguir fotosintetizando con normalidad.

El primer contacto que tuve con estos desagradables inquilinos vino de la mano de una Fuchsia híbrida que traje en verano a casa hace años. La pobre sufrió todas las penurias que uno pueda imaginarse y, al final, murió. De aquella sabía aún menos de lo que sé ahora sobre plagas y no caí en la cuenta de que lo que padecía era una invasión de ácaros. Con la muerte de la Fuchsia no se terminó el problema: de ahí pasó a una Impatiens, que también murió en un verano y a una Hydrangea paniculata (especialmente sensible) que ya era bastante grande y que consiguió aguantar un par de años más. 

En su día pedí socorro para combatir la plaga y, aunque me dieron muy buenos consejos, ya me advirtieron de que quitársela de encima era prácticamente imposible a menos que hiciera una especie de purificación masiva por el fuego. De aquella aprendí que la plaga se extiende con rapidez aunque no ataca de forma indiscriminada a todo tipo de plantas (los bichos son canijos pero selectos a la hora de atacar) y que se favorece con el calor, la falta de humedad y el estancamiento de aire. Lo que me aconsejaron en su momento fue ir rociando con agua al atardecer, fumigar con un acaricida poniendo especial empeño en rociar el reverso de las hojas (el reverso tenebroso, en este caso) que es donde se refugian los ácaros (sin mucha esperanza de éxito) y tratar las plantas afectadas durante el invierno con aceite mineral a base de 1 fumigación mensual intensa, tapando la planta con plástico después para potenciar el efecto del aceite. Lo del aceite, no hay que decirlo, me lo recomendaron para aplicarlo a plantas de hoja caduca cuando están en reposo invernal.

A pesar se seguir todos los consejos que me dieron, el resultado fue de victoria aplastante para el equipo visitante, los ácaros. Las pavorosas fotos de cómo se quedó mi pobre Hydrangea andan perdidas por alguno de los discos duros que me he ido fundiendo con el paso de los años, pero se parecía bastante a ésto que os enseño a continuación (la foto es de una página que se llama lamarihuana.com. Aunque las plagas de ácaros son un tema realmente preocupante, especialmente para los que se dedican a cultivar patatas, los criadores de maría son los que más ruido hacen en internet con el tema).



Y hasta aquí llegó mi historia con las plantas acidófilas de hoja no coriácea, que son las ornamentales más sensibles a los ácaros (esas y, por lo visto, los Chamaecyparis leylandii y los rosales). Tiempo después llegaron a a casa los cactus. Con los cactus ya estaba al tanto de que lo que hay que vigilar son las cochinillas, la algodonosa, la de lapa y la de raíz, pero no de que también se ven afectados por los ácaros. El año pasado, después del invierno, me encontré una Lophophora williamsii (curiosamente una Lophophora de otra especie que está justo al lado está sana) y lo que de antes se llamaba Lobivia famatimensis con unas manchas muy extrañas amarillentas. ¿Roya?. No, no son de color naranja. ¿Depósitos calcáreos derivados del agua de riego?. No, no se despegan con facilidad.  ¿Se mueren?. No. ¿Crecen y florecen?. Sí. Y así se quedó la cosa.

                   

Las plantas crecieron y la parte nueva parecía que estaba sana pero después de otro invierno, me encontré otra vez en la misma situación desconcertante, esta vez con el agravante de que, además, presentaban los mismos síntomas una Rebutia (esta sí que estaba bien identificada) y un Gymno. Casualidades mediadas por la Divina Providencia, hace poco me trajeron un librito de bolsillo titulado "Cactus Basics", escrito por Tony & Suzanne Mace y publicado por Hamlyn. El aspecto del libro es el típico de los que se venden para principiantes en la sección de hobbies de las papelerías pero por dentro es una pequeña joya. Entre las perlas que contiene está el capítulo de plagas y enfermedades. Es de los pocos sitios en los que he encontrado una descripción de la plaga por ácaros en cactus y suculentas. Voy a poner una traducción resumida y medianamente libre:

"Plantas sensibles a la plaga:
Sólo una minoría de cactus y suculentas son sensibles y las especies de ácaros que afectan a cada uno no son necesariamente la misma. 
Entre los cactus, los más frecuentemente afectados son Rebutias, Lobivias, y Coryphantas, aunque ocasionalmente también puede afectar a Melocactus, Sulcorebutias, algunas Mammmillarias y algunos de los globulares mexicanos pequeños.
De entre las suculentas, son sensibles algunas Mesembrianthemaceae como las Faucarias y la parte aérea anual de algunas caudiciformes, también puede verse afectada.

Prevención y control:
La plaga se ve favorecida por el calor, la falta de humedad y la falta de ventilación adecuada. El aumento de humedad ambiental "per se" no previene la recurrencia de la plaga pero, en combinación con una buena ventilación, hace que el problema sea poco frecuente. El uso persistente de un plaguicida apropiado puede acabar con la plaga" (con esta última frase sí que no estoy en absoluto de acuerdo).

Conclusión y moraleja: 


Va a tocar fumigar con un acaricida sí o sí. Esta vez me he decidido por uno a base de azufre autorizado para uso doméstico. Viene en sobres con polvo para resuspender en 5 litros de agua. Evidentemente eso es una barbaridad, así que lo que voy a hacer es recurrir a un pequeño truco de laboratorio: Prepararé una suspensión concentrada 100x (el contenido de un sobre en 50 mL de agua); a la hora de preparar 1 litro de la suspensión que usaré para fumigar tomaré 10 mL de la suspensión concentrada y la diluiré en 1 L de agua para dejarla a la concentración recomendada de 3 gr/L. Como siempre, a la hora de manipular fitosanitarios, hay que leerse cuidadosamente las instrucciones de uso, recordar que conviene utilizar guantes, en este caso una mascarilla porque es irritante para la mucosa respiratoria, gafas (también irrita la conjuntiva ocular; como siempre las llevo calzadas, no hay problema), trabajar en un sitio bien ventilado, lavarse cuidadosamente las manos después de manipular el producto y guardar tanto el producto como los utensilios que hemos usado para prepararlo y aplicarlo en un sitio seguro y no accesible ni a niños ni a personas que no estén familiarizados con el tema, todo correctamente etiquetado (nombre del producto o principio activo, fecha de apertura y caducidad, tipo de toxicidad, uso indicado, concentración y dosis) y, a ser posible, junto con el inserto del producto original por si las moscas. La solución concentrada 100x del producto que he adquirido tiene aspecto de leche con Cola-Cao, así que es absolutamente imperativo almacenarla en un recipiente totalmente hermético y perfectamente identificado fuera del alcance de to quisqui.

El tema de pulverizar frecuentemente con agua va a haber que tomárselo en serio y, en invierno, separaré las afectadas y les haré un tratamiento con aceite mineral. En su momento busqué información sobre el posible efecto beneficioso o nocivo del aceite mineral en suculentas y, la verdad, no encontré nada así que me lié la manta a la cabeza y un año lo probé con algunas por aquello de que "de perdidos, al río". Como no se dañaron (me daba miedo que se quemaran) este año me tiraré a la piscina y lo aplicaré a los cactus.






jueves, 17 de mayo de 2012

Flores son amores y pulgones, dolores



Pues sí, el despertar de las plantas, guste o no guste, suele venir acompañado de la reaparición de las plagas, pertinaces como la sequía. Además de las cochinillas, los pulgones nos traen de cabeza a los amantes de las suculentas. Aparecen de la nada parasitando las varas florales y, si no se eliminan, acaban invadiendo partes más sensibles de nuestras plantas.


Lo malo no son los pulgones en sí, que quedan feos y acaban cargándose las varas, sino que su melaza acaba siendo el caldo de cultivo ideal para la Negrilla y eso sí que es un problema. Para los que tienen jardín o plantas a ras de tierra, además, son un auténtico imán para las molestas hormigas. Hoy he salido al balcón y ha sido tal el grado de horripilación que me ha entrado que he decidido aplicar el pulgonicida más eficaz que conozco. Este:


Antes de que la cosa vaya a mayores he practicado la cirugía radical con todas las varas florales de todas las plantas afectadas y he fumigado ligeramente las hojas de una Echeveria agavoides que tenía algunos pulgoncillos descarriados a la busca y captura de nuevos pastos. Da pena cortar las varas, es cierto, pero mi objetivo no es conseguir semillas sino mantener las plantas lo más sanas y robustas que sea posible.

Nunca te acostarás sin saber una cosa más.


Nunca les he prestado demasiada atención a las Rebutias ni a las Lovibias. Una especie de regla tácita a la hora de adquirir nuevos ejemplares siempre fue que me tenía que gustar la planta en sí, no sus flores, porque es la planta lo que disfruto durante todo el año. Si un cactus bonito, además, tiene unas flores preciosas y fragantes, mejor, pero ese nunca había sido el objetivo principal. La mayoría de las Lovibias y Rebutias que se me han cruzado en el camino hasta ahora tenían unos cuerpos que nunca me han parecido especialmente atractivos y eso ha hecho que pasara por alto estos géneros.

El año pasado compré un poco al tuntún un tiesto amacolladísimo de un cactus globular que me pareció muy apañado y, sin pensarlo mucho, lo clasifiqué automáticamente como Rebutia; la intención era identificarlo cuando diese flores o cuando tuviera un rato tonto. El hecho es que, a raíz de un comentario que me acaban de hacer (gracias, Santi) caigo en la cuenta de que la tal Rebutia no puede serlo porque, como me han dicho, tiene los capullos peludos como cocos tropicales y nacen de la base del cuerpo. Esto me ha llevado a mirar la página de V. Bueno, reconocido y respetado experto nacional en el género y a darme cuenta de tooooooooooooooodo lo que me queda por aprender. Si no siquiera soy capaz de reconocer un género ¿cómo pretendo llegar a la especie?.  También creo que ha llegado el momento de desempolvar el libro Lovibia de Rausch (tal vez un poco anticuado en lo que a taxonomía se refiere pero con unas fotos estupendas) y de aprender alemán para poder entender lo que pone.

Bienvenido.


¡Bienvenido Bololoch, me hace mucha ilusión tenerte por aquí!.

lunes, 14 de mayo de 2012

A vueltas con la manía de identificar: Los Gymnos.

Comment identifier un Gymnocalycium ? Franchement, cela est parfois impossible !

Esta frase, extraida de http://www.gymnocalycium.fr/,  me llegó al alma en su día y aún hoy habita en lo más profundo de mi corazón. Tal vez sea porque en ella veo la excusa perfecta tras la que ocultar mi falta de habilidad para identificar especies de Gymnos, que son uno de los géneros que más me gustan y paradojicamente, más fácilmente reconocibles. Ineptitudes aparte, la taxonomía de los Gymnos es una auténtica pesadilla para el aficionado. ¿Quien no se ha tirado de los pelos una y otra vez poniendo y quitando cartelitos a sus gorditos despues de examinar cientos, qué digo cientos ¡miles! de fotos en libros y en internet?. La lista de nombres aceptados, sinónimos, no reconocidos y dudosos no diré que es interminable pero sí bastante larga. En la misma página web que he mencionado anteriormente se publica una lista con 43 páginas (ni cuarenta y dos ni cuarenta y cuatro, señora, cuarenta y tres) de nombres.

¿A qué viene tanto jaleo de nombres, especies, subespecies, variedades y mandangas?. A dos razones, en mi humilda opinión: una es que hay muchas poblaciones segregadas que hace mucho tiempo que se quedaron aisladas del hábitat principal en el que se encontraba la especie tipo y han evolucionado de manera diferente. La otra razón es que hay muchas especies cuyo hábitat se solapa y diría que se produce cierto grado de hibridación entre especies vecinas que hace que las diferencias entre dos especies no sean marcadas sino que haya una transición suave de caracteres entre ambas y ello ocasiona una enorme confusión a la hora de clasificar las formas intermedias.

En casa tengo 3 libros dedicados exclusivamente al género: los clásicos de Putnam y de Pilbeam y uno recientemente publicado por G. Charles. Los dos primeros circulan por internet (entiendo que ya no están protegidos por copyright porque se suelen encontrar anunciados como gratuitos en sitios más o menos serios dedicados a cactus y suculentas). El otro se lo compré directamente al señor Charles, un británico muy majete que me lo mandó dedicado (porque se lo pedí) y acompañado de una factura que es para enmarcar de lo mona que es. ¿Cual me gusta más de los tres?. Pues depende.

El libro de Putnam "Gymnocalyciums"editado en 1978, vale la pena como testimonio de un esfuerzo temprano por poner un poco de orden en el género pero leyéndolo se nota que los años no pasan en balde y contiene un montón de referencias muy anticuadas; las fotos, desgraciadamente, son en blanco y negro y de una calidad mejorable; en su día debieron de ser extraordinarias pero comparadas con las fotos que encontramos en las publicaciones modernas, claro, palidecen.

El libro de Pilbeam, "Gymnocalycium: a collector's guide", tiene una parte de generalidades de cultivo que encuentro muy útiles y está organizado por orden alfabético. Aún hoy mucha gente sigue considerándolo un libro de cabecera y en parte les doy la razón. Describe de forma somera muchísimas especies y subespecies, más de las que hoy en día se aceptan, pero si hacemos un pequeño ejercicio de abstracción, las descripciones aún hoy siguen siendo útiles para los aficionados que, como yo, no nos andamos con grandes pretensiones botánicas. Tiene mumerosoas ilustraciones en blanco y negro que muestran en detalle las espinas, las aerolas y las costillas y alguna imagen en color de floraciones.

"Gymnocalycium in habitat and culture", el libro de Charles, es muy reciente, de 2009. Está profusamente ilustrado con fotografías obtenidas de plantas en hábitat natural y, en menor medida, en cultivo. Sigue una clasificación más moderna, basada en la morfología microscópica de las semillas (ahí ya me pierdo) y simplifica considerablemente el género, posiblemente más de la cuenta incluso. Tambien tiene un capítulo sobre condiciones de cultivo que está muy bien y que da algún truquillo práctico francamente útil. Para quien esté muy metido en el mundillo dicen que es una referencia imprescindible; a los aficionados más pedestres creo que nos queda un poco grande.

Sin ser un libro, existe una publicación cuatrimestral gratuita en internet en la que se encuentran artículos bastante chulos sobre Gymnos . Se encuentra en http://www.schuetziana.org/, en el apartado de downolads. Para los que no sepais inglés, disponen de una versión en japonés, todo un detalle.

De entre los miles de páginas que  pululan en internet sobre Gymnos, hay una francesa que me gusta mucho para identificar y que encuentro muy recomendable: http://gymnocalycium.free.fr/. Las descripciones, sin ser muy prolijas, creo que son muy apañadas. Cactuslove.ru no es una página específica de gymnos pero tiene una galería de fotos del género impresionante y es fantástica para desoxidar nuestros conocimientos del alfabeto cirílico. Existen muchas otras páginas de grupos especializados que se toman el tema muy en serio; yo, personalmente, me conformo con cosas más sencillitas y menos profesionalizadas.

Con todo ésto, ¿seremos capaces de llegar alguna vez a  identificar ese Gymno anónimo que hace tanto tiempo que nos mira lastimeramente con cara de huerfanito desamparado desde su tiestecillo pidiendo a gritos un patronímico?.  Pues creo que con un poco de paciencia sí. Si no llegamos a nada con nuestra fabulosa colección de libros o con la sapiencia desperdigada por los sabios inteneteros que con tanta dedicación crean y mantienen páginas y páginas monográficas, siempre nos queda en la recámara la bala de plata: usar el sentido común. Para los que no vivimos ni remotamente cerca del hábitat natural de los Gymnos y no tenemos tratos ni comerciales ni de otra naturaleza con proveedores del otro lado del charco, una postura inteligente es no empeñarnos en creer que tenemos una rareza botánica: si en los libros dicen que una especie es poco frecuente en cultivo no seamos vanidosos y no pretendamos creer que NOSOSTROS somos de los pocos afortunados mortales agraciados con un ejemplar. Tampoco seamos impacientes y pretendamos identificar una plantita en edad de guardería: aunque a veces sí que es posible, hay que tener siempre presente que las características típicas aparecen en los ejemplares adultos.

Muchas veces, basta simplemente con tener más o menos claro cuales son las especies que cultivan los viveristas que habitualmente nos suministran, meternos en la mollera que los Gymnos tienen la manía de no hacer dos ejemplares iguales y que para cada especie hay una tremenda variabilidad morfológica, preguntar a algún aficionado un poco más experto en el tema y, de todas las opiniones que se reciban, seleccionar la que sea más plausible para el sitio donde vivimos. Y, si no, siempre nos quedará el manido y muy socorrido recurso del "sp."

domingo, 13 de mayo de 2012

...Y la que se avecina.

Hace varios días vinieron a casa unos amigos que están al tanto de mi versión jardinera del Síndrome de Diógenes. Uno de ellos, que no había visto el balcón, salió simplemente por curiosidad y, cuando consiguió recuperarse del shock (es una reacción bastante habitual: gente con plantas en el balcón hay mucha pero gente con tamaños desparrames en espacios mínimos no tanta) no se le ocurrió otra cosa que decir que las plantas eran muy bonitas pero...¡que no había flores!. En estos casos es mandatorio inspirar profundamente, reprimir a la fiera que todos llevamos dentro y suplicar en silencio a las altas esferas perdón para el sacrílego por no saber lo que dice. Eso o perder la amistad. Querido, sí que hay flores, hay muchas flores, pero tienes que verlas cuando están. Además de todas las que os he enseñado, hoy han aparecido dos más:

Oscularia deltoides
Es un regalo de una muy querida amiga de Ses Illes que se ha adaptado estupendamente y que este año florece por primera vez. En el clima mediterráneo se da muy bien porque le van las condiciones alcalinas así que no hay que calentarse la cabeza buscando fórmulas para rebajar el pH del agua de riego. También es ideal para los despistados y los manazas porque es extremadamente tolerante a los descuidos. Dicen que es fácil reproducirla por esqueje. Mi experiencia es que no; lo intenté una vez y no hubo manera de hacer que prosperara.



Rebutia deminuta ssp. kupperiana robustispina
Identificada por nuestro admirado Vicente Bueno, es la primera Rebutia que florece este año. Detrás vendrán unas cuantas más. Ha pasado el invierno bastante expuesta, le ha caído encima de todo (nieve, lluvia, frío...) y aún así, está hecha una muchachota y ha inaugurado la temporada de Rebutias.







 Y detrás de éstas, una escudería completa anda rugiendo motores. Estos son algunos ejemplos..













Viendo el macro de las fotos me doy cuenta de que lo tengo todo lleno de polen de los árboles cercanos. Otros años las coníferas y los chopos sueltan sus polvillos y sus pelusas entre finales de Marzo y Abril pero este año van con retraso y prácticamente esto no ha hecho más que empezar. El gozo de los pobres alérgicos en un pozo...