Un puente de 4 días da de sí mucho. Me ha costado fundirme el único día que me quedaba libre, pero ha valido la pena. He hecho un poco de saludable desconexión parcial, reposo de la patita (ya puedo apoyar el pie así que, aunque siga perteneciendo al reino de los trípedos, al menos ahora sólo uno de los apoyos es ortopédico). Las plantas tampoco se han quedado atrás y, ¡mira qué ha pasado en 4 días!. Me doy la vuelta y me florece una de las Tillandsias:
He aprovechado los días libres para hacer la manualidad escolar anual que ya viene siendo tradicional por estas fechas. Este año nos tocaba contribuir con una pastora al Belén común del cole. De la figura. lo único que se ha comprado nuevo es la arcilla porque toda la indumentaria, pelucón y maquillaje incluidos, es reciclado. Retales procedentes de arreglos de ropa, cabos de lana viejos, acuarelas de mi más tierna infancia (un milagro que no estén completamente secas) y un palo encontrado en el suelo del parque. Que no se diga que no llevamos a rajatabla lo de las 3 R (reciclar, reutilizar, reducir). Y cuando la pastora, o lo que quede de ella, vuelva a casa, la incorporaremos a la imaginería navideña doméstica.
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