Un blog para hablar de plantas. Y para irse por las ramas si fuese menester...

jueves, 12 de septiembre de 2013

Una de culturilla

Despues de tener el blog más que abandonado durante...¿cuanto?, ¿dos meses?, ¿tres?, hoy me he puesto a repasar tooooodo lo que tengo atrasado y me he encontrado con una de esas lecturas que nacen con vocación de ser librillo de cabecera de cuantos somos aficionados al "pincho". Se trata de un número especial de la revista Xerophilia (encontrareis el enlace en la columna de la derecha, abajo del todo) que han titulado "Stone eaters" y que hace una revisión fantástica de sustratos minerales. Realmente imprescindible.

La otra cosa a la que me he dedicado ya por vergüenza, es a hacerle un poco de caso a mis pobres plantas, que han estado casi tan abandonadas como el blog durante el verano no por falta de interés sino porque cada vez necesito más horas en el día para hacer todo lo que tengo pendiente. El asunto es que me marqué una excursión al centro de jardinería que tengo más cerca de casa con la sana intención de comprar un mata-hormigas (y sólo eso) y ¿qué habían puesto al lado de los insecticidas?, pues nada menos que varios modelos de invernaderillos portátiles y desmontables a un precio bastante razonable. Como una de las estanterías de mi balcón estaba pidiendo la jubilación forzosa a gritos me decidí por un  modelo de 6 estantes en 3 alturas que se puede cubrir con una funda a medida de plástico (que no creo que quite nada de frío pero sí que servirá estupendamente de cortavientos, que es el problema mas gordo que tengo en invierno). La verdad es que el resultado, aparentemente, es bastante satisfactorio. he ganado sitio, las plantas tienen más luz y la estructura de soporte es más ligera pero igual de robusta. Igual hasta me traigo otra del mismo tipo pero un poco más pequeña para acabar de rematar la faena. Lo chungo de estas sustituciones es que suponen generar durante varias horas un absoluto caos doméstico: desmonta plantas, desmonta estantes, límpia esos recovecos que estaba ocultos e inaccesibles, limpia baldosines de-paso-que-ya-que-nos-ponemos...), monta la estantería (que viene con unas instrucciones que se entienden menos que una psicofonía de Chewaka), recoloca otra vez todas las plantas que, como no caben en el balcón, hay que meter dentro de casa mientras se procede con toda la operación y luego remata limpiando el interior de la casa que se queda hecho un bardal de tierra, hojillas, polvo y telarañas con tanto trajín de tiestos y bandejas. A ver si hago alguna foto este finde y os enseño el artilugio que monté ayer, a ver qué os parece.

Otoño

Para todo aquel que aún no se haya dado cuenta, el otoño técnicamente ya está aquí: ha florecido el Pleiospilos simulans y eso significa que ya estamos tardando en sacar del armario la bufanda y la rebequita. Así pues, au revoire, été; hasta el año que viene.

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