A quien madruga...

... le esperan recompensas tan divinas como éstas.

Cotyledon orbiculata v undulata

Cotyledon tomentosa

Este año, el segundo que florece, viene cargado de capullos. Curiosamente, las flores se abren de una en una a diferencia de lo que ocurre con sus primos, los Cotyledones pruinosos.

Cotyledon orbiculata v dinteri

Adromischus cristatus

Las flores de los Adromischus son francamente curiosas. Para ser tan pequeñas y sencillas es notable la variedad de formas y colores que presentan las diferentes especies. Éste, por ejemplo, tiene flores con pétalos puntiagudos y una garganta bicolor verde y anaranjada que contrasta deliciosamente con el blanco inmaculado de la zona externa, similares a las de A. zeyherii y completamente distintas a las de los Adromischus de piel maculada. Es el primer año que veo que florece.

Orbea descaisneana

Hace días que ví los capullos pero no se han abierto hasta esta mañana. Me ha sorprendido que floreciera a estas alturas de Agosto porque diría que el año pasado lo hizo casi un mes antes.

Pese a su delicado aspecto aterciopelado el tacto es duro, similar al del cuero y, aunque su tamaño a duras penas supera al de una moneda de 1 euro (para los europeos) o al de un quarter americano no hay que acercarse demasiado para percibir su inconfundible aroma ¡huele a rancio que apesta!. Abrirse las flores y empezar a ver gordas moscas zumbonas negras ha sido todo uno. En fin, toda rosa tiene sus espinas...

La identificación puede que no sea del todo fiable. Me basé en las fotos de Ascleps de Martin Heigan para asignársela pero cualquier corrección será bienvenida.

Novedades bibliográficas.

Para amenizar las interminables jornadas playeras o para disfrutar mientras se ingiere cualquier tipo de brebaje frío más o menos espirituoso, ya está disponible el número de Julio de Succulentopi@. Contiene un artículo muy completo con claves de identificación del género Pachycereus y otro dedicado a los amantes de la xerojardinería sobre uso de Azoiaceas rústicas. También se puede encontrar en él una pintoresca nota sobre "consejos prácticos" para eliminar los gloquidios, esas fastidiosas espinitas diminutas con las que las opuntias tienen a bien perforarnos la piel cuando nos acercamos a ellas más de la cuenta. No revelaré su contenido por aquello de mantener la tensión dramática pero sí diré que, en mi experiencia, resulta bastante más sencillo untarse la zona afectada con aceite de oliva y después pasar por encima con mucha suavidad un paño fino o un pañuelo de papel.

Profusamente ilustrado, también se ha publicado ya el número de Agosto de The cactus Explorer, en el que se anuncia que la revista italiana Piante Grasse se editará a partir de ahora también en inglés. Una gran noticia para los que no sabemos decir en italiano más que "pizza".
Seguimos a la espera de la publicación online del Cactus and Succulent Journal de la Cactus & Succulent Society of America del mes de Julio. Como decía nuestro inefable JM Serrat de sus musas, "estarán de vacaciones...".