Más cosas.
Este fin de semana he desenfundado la cámara a la búsqueda de cosas singulares. Montar un safari fotográfico en un espacio de 7 metros cuadrados buscando novedades emocionantes a sabiendas de que me paso el día escudriñando los rincones es complicado. El caso es echarle entusiasmo y celebrar cualquier hallazgo por mínimo que sea como si se tratara del descubrimiento científico del siglo (o dicho el lenguaje llano: lo importante es participar). Total, que me he encontrado lo siguiente:
Euphorbia gorgonis.
Ya mencioné hace unos días que se había llenado de botoncillos por segunda vez en lo que va de verano.
Estas ciátides, no por pequeñas dejan de ser maravillosamente bonitas.
Clematis 'Dr Ruppel'.
Su ciclo vital anual debería estar llegando a su fín. De hecho, la podé al ras a finales de Julio porque la parte aérea se había quedado hecha un asco y estaba medio seca. Pues mira tú, a finales de Agosto ha decidido rebrotar y lo ha hecho con hojas aberrantes bilobuladas e incluso trilobuladas. No creo que le de ahora por echar flores pero todo se andará...
Dioscorea elephantipes.
Hace unos días me lamentaba de tener la Dioscorea más vaga de este lado del mundo occidental. Entró en reposo a principios de Julio más o menos y se ha pasado todo el verano sin dar señales de vida. Un par de amigos que viven en zonas cercanas comentaron que las suyas ya estaban todas felices rebrotando y con partes aéreas de un tamaño ya considerable mientras que esta patatilla ahí estaba, impasible. Pues bien, parece ser que al fin se ha animado a desperezarse. ¡Aleluya!.
Sedum dasyphyllum.
Este Sedum y yo mantenemos una relación de amor-odio que dura ya tres veranos por lo menos. Este año, un poco a la desesperada, decidí desparramar unas cuantas ramitas sobre una zona despoblada de una balconera y el resultado ha sido bastante aparente: ha prendido y ha empezado a formar una alfombra verde la mar de maja que me va a hacer de acolchado de los pequeños Aloes que tiene de vecinos.
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